La Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales busca mejorar
la calidad de la educación chilena, mediante la formación de ciudadanos
conscientes y responsables de crear una sociedad ambientalmente
sustentable.
En una ceremonia desarrollada vía telemática, se realizó la
entrega de certificados ambientales encabezada por la SEREMI de Medio Ambiente, Natalia
Penroz Acuña junto representantes de la Seremi de Educación, JUNJI, CONAF, DGA, Directores de
Establecimientos Educacionales, Profesores encargados e invitados especiales. Diecisiete
establecimientos educacionales de Atacama fueron certificados ambientalmente como parte del
Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE).
El SNCAE es un sistema compuesto por tres niveles, cuya finalidad es permitir que los
establecimientos educacionales, de acuerdo a sus distintas experiencias y desarrollo, puedan ir
avanzando en forma gradual y continua desde un nivel básico a un nivel medio, hasta llegar a un
nivel de excelencia.
En el Nivel Básico recibieron el certificado los Jardines Infantiles Amanecer, Viñitas del Palomar y
Semillitas del Chañar de Copiapó.
En el Nivel Medio fueron reconocidos los Jardines Infantiles: Incahuara de Diego de Almagro,
Semilla del Puerto y Arco Iris de Chañaral, Vista Alegre de Vallenar, Pecezuelos de Caldera, y los
Colegios Buen Pastor, Capianni y Manuel Rodríguez Copiapó.
Por último, en el Nivel de Excelencia, fueron certificados la Escuela Especial de Lenguaje Ayllú y el
Jardín Infantil Blanca Nieves de Diego de Almagro, la Escuela Especial Luis Iriarte Iriarte de Vallenar
y los establecimientos José Manso de Velasco, San Vicente de Paul y Escuela El Palomar de
Copiapó.
En ese ámbito, la SEREMI del Medio Ambiente, Natalia Penroz Acuña, dijo que el propósito de la
certificación, que es contribuir con el mejoramiento de la Calidad de la Educación en la Región,
promoviendo la educación ambiental y el desarrollo sustentable, fortaleciendo el cambio
cultural a través de la promoción de conductas responsables de estudiantes, profesores y
apoderados.
En la actividad también hicieron uso de la palabra autoridades y directores quienes valoraron el
trabajo que realizan las educadoras de párvulos y los profesores, señalando que este programa
requiere que los establecimientos desarrollen un trabajo de formación en valores, dotado de
pertinencia cultural y territorial que permita a las comunidades educativas modificar sus hábitos
en la relación con su entorno, así como desarrollar una nueva cultura ambiental.
Finalmente, la SEREMI expresó que “el cambio climático es un desafío global que nos obliga a
preparar a nuestros estudiantes, futuros técnicos y profesionales, para enfrentar los efectos
adversos derivados de tal fenómeno”.